Pero aún nos quedaba algún que otro interesante cereal por descubrir, y llegamos al centeno!!
¿Sabías que en la Edad Media el Pan de Centeno era el que comía la gente pobre y el Pan de Escanda el que comía la gente de clase alta? Curioso, verdad? Hoy en día, y debido a múltiples investigaciones se ha vuelto a dar al centeno el valor que realmente tiene, de hecho es un cereal de la familia del trigo y muy ligado a la cebada, pero cuyo grano tiene unas características nutritivas únicas, ya que aporta mucha más fibra y de mejor calidad que el trigo común, por ejemplo.; y esto lo hace ideal también como complemento nutritivo en algunas dietas, como las de veganos y vegetarianos.
Además, es altamente recomendable en la dieta de personas con problemas de diabetes, ya que retrasa la absorción de azúcares en el intestino; y al tener un bajo contenido en gluten y más fibras solubles, es mucho más fácil de digerir y está especialmente indicado para personas con estreñimiento, dietas de adelgazamiento y es ideal como complemento.
Así que ya teníamos la información precisa sobre el Pan de Centeno, ahora había que ver cómo hacerlo y con qué porcentaje, ya que se trata de una harina muy especial; y después de mucho probar, llegamos a la conclusión de que lo mejor sería un pan de centeno al 50% ya que su textura y sabor eran los ideales, un pan oscuro con una miga espesa pero también esponjosa y con un sabor muy caraterístico.